jueves, 1 de julio de 2010

capitulo 7

Marcos no puede dormir... Está muy excitado por todo lo que le ha pasado esa noche. Axel, el hechizo... Lo que le ha pasado con Axel por un lado le hace ser más ansioso, tener ganas de un amor y se aferra con fuerza al ritual que con tanta ilusión hizo en la playa:
--¿y si fuera verdad?
Tiene que esperar hasta la noche para comprobar si es verdad, el tiempo se le va a hacer eterno. Parece que las agujas del reloj no se movieran. Aún no ha amanecido y ya está esperando que anochezca... No hace más que imaginarse como le gustaría que fuera su príncipe. Se lo imagina guapo, dulce y simpático. Sobretodo que lo dé todo por él, que lo protega por encima de todas las cosas y por supuesto que lo ama. No hace más que preguntarse si el mar cumplirá su "promesa" y le traerá el amor que desea. Se abraza mucho a la almohada. Desea con toda su alma que su ilusión se cumpla. Con los primeros rayos del día empieza a caer vencido por el sueño. Es en esos mismos momentos en los que Álex despierta. Lo hace en esa playa. Se da cuenta que de nuevo hizo algo de lo que no se acuerda, que no sirvió de nada la protección de Cayetano. Está desesperado. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡maldita sea...¡¡ ¡maldita sea¡¡
Está desesperado por no saber lo que hace en las noches. Se levanta, se lleva las manos a los bolsillos. Encuentra algo.
--¿¿qué es esto?
Es la hoja del hechizo de Marcos. Lo lee:
--¿¿que significa esto??
Álex está perplejo:
--¿¿qué tiene que ver esta tontería con la venganza?
De todas formas se sienta en la arena. Lee lo que hay escrito.
--la verdad es que todo esto es muy romántico... Ya me gustaría a mí que alguien me viera a mí como el hombre de sus sueños...
Siente una pequeña punzada en su corazón. Piensa en Ramiro.
--él es tan vacío como guapo... Nunca será para mí...
Hay una frustración muy grande en él: la de no haber vivido nunca un gran amor.
--No me tengo que distraer... Octavio todo lo hace por un porqué... ¿¿qué haría con esto?
Octavio se lo guarda en el bolsillo. Se va. Mira al mar.
--si pudieras hablar... si tú me dijeras lo que pasó aquí...
Como un flash recuerda ese sueño que tiene casi todas las noches del hombre que sale del mar y asesinan.
--El mar tiene que tener una vinculación importante con esta historia... Esto no debe ser por nada...
,










Axel está desayunando solo. Se le acerca Eugenia.
--hola, hijo querido --dice ella con ironía.
Él siente mucha vergüenza porque se siente desnudo ante ella. Le duele que lo humillara antes y que sea la amante de su hermano. Axel la mira con mucha rabia.
--eres una cualquiera...
Ella se le ríe:
--el despecho es muy malo... ya sé que te encantaría que me metiera en tu cama en vez de la de tu hermano...
Axel en realidad no es eso lo que quiere de la mujer. Se levanta molesto. Le tira la servilleta a la cara:
--¡¡no me gustan las rameras...¡¡
Eugenia lo acaricia el pecho y él tiembla. Aunque sabe que no es así para molestarlo dice:
--¿no será que no te gustan las mujeres? A lo mejor tu hermanastro no es la única loca que tenemos aquí...
--¡¡yo soy muy macho y cuando quieras te lo demuestro¡ --dice él poniendo su mano en la cintura de la mujer y estrechándola contra su pecho.
Eugenia se le ríe, se aparta de él:
--¡que más quisieras tú¡¡¡¡ ¡serías el último hombre en el que me fijaría...¡¡
Axel siente deseos de llorar de rabia por haber vuelto a ser humillado por esa mujer y le dice:
--¿¡en qué cama te has levantado?¿¿en la de mi padre o la de mi hermano?¿¿o tal vez en la de un sirviente??
Eugenia sonríe:
--en cualquiera menos en la tuya...
Axel lleva un pantalón de deporte, ella le agarra el café, le abre el pantalón y adentro con el café... Mientras Axel se retuerce de dolor, Eugenia se va riendo. Le divierte mucho hacer enfadar a su hijastro. Axel llora de rabia.



Cayetano está nervioso. Es de día. Sabe que Álex no tardará en llegar. Siente un poco de culpa.
--si es que está bien...
Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡tiene que estar bien...¡¡ ¡¡Octavio lo necesita¡¡
Está nervioso porque no sabe cómo le va a explicar lo ocurrido la noche antes. Llaman al timbre. Cayetano toma aire.
--que sea lo que tenga que ser...
Abre nervioso. Álex lo mira con cierto reproche aunque también con curiosidad:
--que pasó...?
Cayetano agacha la cabeza timido:
--no lo recuerdas...?
--no... Ya lo sabes... ¿¿porqué no me retuviste?
Cayetano se da la vuelta:
--mejor no te digo... -con vergüenza.
Álex le agarra del brazo y le suplica con una desesperación conmovedora que imposible no ser escuchada:
--no me hagas esto... Por favor... Por una vez quiero saber lo que hice.
Sin mirarlo dice:
--me acosté contigo...
Álex se pone delante de él:
--¿¿¿qué??
--y fue muy bueno --dice Cayetano con una tímida sonrisa.
Álex no sale de su asombro.
--bueno tampoco te pongas así... los dos somos gay...
--¡¿¿y esa es la ayuda que me vas a dar...??¡¡
--¡¡me sedujiste... no me pude resistir...¡ --se justifica.
--¡¡pero no era yo...¡¡ --Álex desesperado.
--lo siento... Octavio es poderoso...
Álex se molesta y se va. A Cayetano le gusta de veras ese hombre y le da pena que se haya enfadado con él. Le gustaría vivir lo que siente con él... Álex siente que ha perdido la único oportunidad de aclarar lo que le pasa en las noches y llora por eso.

Y cae la noche... Marcos está en la playa. Frente al mar.
--¡¡no pasará nada... nada...¡
Y de repente el agua se mueve. Marcos está a mil, su corazón late deprisa. Algo sale del agua. Marcos está impresionado por esa aparición.

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